Cuando un trabajador ha sufrido una enfermedad o un accidente laboral y la Seguridad Social le concede una incapacidad permanente total, de forma automática esta persona accede a una serie de ventajas económicas y, si además obtiene un grado de discapacidad de al menos el 33%, se le agregan varios beneficios sociales y fiscales.
- Puede seguir trabajando, aunque en otra cosa que no sea la profesión habitual.
- Existen ayudas para la compra y alquiler de viviendas, así como para obras de adaptación en la vivienda propia.
- Si estas desempleado se puede llegar a cobrar el subsidio extraordinario una vez agotada la prestación por desempleo.
- Facilidad para acceder a becas de estudios.
- Reducción en la cuantía que hay que pagar por los medicamentos.
- Alta posibilidad de obtener una tarjeta de aparcamiento para usar plazas reservadas a personas con discapacidad.
- Mayor facilidad para acceder a un nuevo empleo a través de las ayudas a la contratación de personas con discapacidad concedidas a empresas públicas y privadas.
- Pagará menos al viajar en transporte público.
- Ayudas para autónomos.
- Se pueden percibir ayudas familiares si la persona con incapacidad es el responsable económico de un núcleo familiar.
- Se disfruta de reducciones en el IRPF y no hay que pagar algunos impuestos como el de Vehículos de Tracción Mecánica o el impuesto de matriculación.
- Aplicación del IVA reducido (4%) por la adquisición de un vehículo especial para el uso de personas con discapacidad.
- Una casa debe estar adaptada para una persona con discapacidad así que es posible recibir ayudas para los gastos generados por estas obras de rehabilitación, tales como incorporación de rampas, puertas más anchas, etc.
Como dicen, siempre hay una luz al final del túnel, después de el accidente o enfermedad que pasaste, pues aquí te dejo algunas ventajas a las que podrás acceder.
